El elogio del P. Lombardi al P. Adolfo Nicol\u00e1s, en nombre de toda la Compa\u00f1\u00eda de Jes\u00fas, es probablemente lo m\u00e1s conmovedor de estos primeros d\u00edas de trabajo de la Congregaci\u00f3n General. En efecto, al P. Nicol\u00e1s le agradecimos el bien que hizo a la Compa\u00f1\u00eda de Jes\u00fas, a la Iglesia y al mundo en estos ocho a\u00f1os de servicio como Superior General. Querido por su sencillez, espontaneidad, sentido del humor, accesibilidad, y por una astuta perspicacia para conducir a la Orden en medio de los retos que la realidad le presentaba, siempre nos record\u00f3 la perspectiva universal de nuestra vocaci\u00f3n, nos llam\u00f3 a la hondura espiritual y a superar la mediocridad. El P. Nicol\u00e1s fue como General una inspiraci\u00f3n constante para buscar y hallar la voluntad de Dios por debajo de las din\u00e1micas del mundo. Ha sido siempre un hombre de sabidur\u00eda serena y profunda, de una rica experiencia espiritual y un v\u00edvido compromiso apost\u00f3lico. Siempre supo dejarse ayudar de su equipo, con una mirada de largo plazo. Sus principales aportes: la reestructuraci\u00f3n de las provincias, la renovaci\u00f3n organizativa y f\u00edsica de la Curia, la revaloraci\u00f3n de los secretariados, el fortalecimiento del apostolado intelectual, la cultura de la responsabilidad, el sentir con la Iglesia. Como dijo el P. Lombardi: se dio a la Compa\u00f1\u00eda generosamente y con alegr\u00eda. Y por eso le estamos agradecidos. El P. Nicol\u00e1s nos anim\u00f3 a salir a las fronteras, a ir a los confines del mundo y a lo profundo de la historia. Nos gui\u00f3 y nos acompa\u00f1\u00f3.<\/p>\n
Los largos minutos en que le aplaudimos de pie y la humildad sin aspavientos con la que \u00e9l se retir\u00f3, refrendaron las palabras expresadas por Lombardi.<\/p>\n
Otra tarea que ha ocupado nuestro tiempo ha sido el af\u00e1n por conocernos. Venidos de tantos rincones del mundo, de tantas y diferentes experiencias, de lenguas diversas, queremos llegar a saber qui\u00e9nes somos y como pensamos, de manera que podamos construir juntos una visi\u00f3n com\u00fan de largo plazo para proponer a la Compa\u00f1\u00eda. Por grupos peque\u00f1os hemos compartido nuestra visi\u00f3n sobre el estado actual de la Compa\u00f1\u00eda en el mundo, sobre la formaci\u00f3n de los nuestros, acerca de la promoci\u00f3n de vocaciones. Hemos recordado que, como dec\u00eda el P. Nicol\u00e1s, los desaf\u00edos de la Compa\u00f1\u00eda son los desaf\u00edos del mundo, y no otros. Entonces los hemos enlistado para tener presente la realidad en la que queremos anunciar el Evangelio. El intercambio empez\u00f3 t\u00edmidamente, pero conforme avanzamos, se hizo denso y vital: en ello nos jugamos el sentido de nuestra vida.<\/p>\n
Finalmente, para cerrar el trabajo de cada d\u00eda, nos reunimos en cuatro distintas capillas para celebrar, por idioma, el memorial de aquello que nos une y dinamiza: el seguimiento del Se\u00f1or Jes\u00fas en su vida, muerte y resurrecci\u00f3n.<\/p>\n
David Fern\u00e1ndez D\u00e1valos, S. J.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
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